Algunas personas escuchan voces que son los únicos productos de los procesos en el cerebro. Estas alucinaciones pueden dar lugar a ideas delirantes persistentes que alguien está conspirando contra ellos o instándolos a dañar a otros. Cuando una persona actúa en los delirios, la tragedia título-que ase puede derivarse de ello, por lo general implican una persona cercana a la protagonista.
La violencia no es un síntoma de la esquizofrenia – sólo una pequeña proporción de los pacientes con la enfermedad son homicidas. Sin embargo, estos incidentes dominan la cobertura mediática de la enfermedad. La realidad de la esquizofrenia es mucho más compleja. Las alucinaciones son uno de varios síntomas, otros de los cuales – la disfunción cognitiva, pérdida de motivación y de compromiso social – son mucho menos susceptibles a la medicación, y son a menudo más perjudicial para la capacidad de las personas con esquizofrenia para funcionar. En los últimos años ha sido cada vez más apreciado que esta colección de síntomas, que habitualmente se indicará primero manifiesta plenamente en la adultez temprana, representa una etapa tardía de la enfermedad, y que la enfermedad en sí tal vez puede llegar a ser un conjunto de síndromes, en lugar de una sola condición.
Motivados por el estigma indebida y por los recientes avances reportados en nuestras páginas y en otros lugares, la naturaleza de esta semana examina el estado de nuestra comprensión de la esquizofrenia, y cómo los investigadores pueden aspirar a avanzar en un paisaje enredados de influencias innatas y ambientales. La imagen de portada de esta edición y en el logotipo que enlaza el contenido asociado es una obra de arte por un padecen esquizofrenia. Es uno de los tantos compilados por NARSAD, una organización benéfica con sede en EE.UU., en Nueva York que invierte importantes donaciones públicas en la investigación psiquiátrica. La imagen refleja un mundo de confusión y distorsiona la realidad -, pero no una “doble personalidad”, que es un síntoma de la condición mítica, y conduce a un uso engañoso metafórico de “esquizofrénica” la palabra que las personas involucradas con la condición de perpetua buscan erradicar.
A nivel mundial, en algún lugar entre el 0,5% y 1% de la población experimentará la esquizofrenia en su vida. No es la enfermedad psiquiátrica más frecuente – la depresión clínica, también conocido como trastorno unipolar, es el más común. Pero los análisis por la Organización Mundial de la Salud y otros muestran que tiene un costo social desproporcionado. Por otra parte, debido a los pocos episodios trágicos de alto perfil, es probable que la enfermedad psiquiátrica con más estigma – un estigma que es persistente, como los que han luchado se han descubierto una y otra vez (ver página 163).
En algunas sociedades, la esquizofrenia no es reconocida como una enfermedad – la respuesta a sus síntomas pueden ser muy dependientes de la cultura, al igual que el grado de apoyo que las víctimas reciben. Donde se reconoce y el tratamiento dado es, plantea algunos de los mayores retos en la atención médica. Las drogas que tratan los síntomas delirantes han existido por décadas, y han ayudado a muchas víctimas enormemente. Sin embargo, estos fármacos no han avanzado en la eficacia, y varios fabricantes han retiró de este campo (ver página 158). Cognitivas y las terapias conductuales también han avanzado, pero sufren de una falta de investigación coherente y la debida prioridad (ver página 165). En la actual ronda de desarrollo de diagnósticos clínicos de la enfermedad, la definición misma de la esquizofrenia es objeto de debate (ver página 168).
Uno de los retos clave para el diagnóstico y científica es distinguir las fases tempranas de esta condición, utilizando todos los medios de los análisis biológicos, conductuales y cognitivas a nuestra disposición. Como con la mayoría de las enfermedades, cuanto antes el diagnóstico, mayor será la capacidad de mitigar el impacto de la enfermedad o para la derrota. Investigaciones recientes indican que puede ser posible diagnosticar la condición de un ‘alto riesgo’ en las primeras fases de la esquizofrenia – por ese motivo, así como los demás, los estudios sobre el desarrollo del cerebro y el comportamiento de los adolescentes se han convertido en una vía de investigación fundamental (véanse las páginas 154 y 187). De manera más general, los estudios de la morfología del cerebro y los circuitos (ver página 194), y de las formas en que la influencia genética y ambiental interactuar (ver página 203), están listos para hacer progresos sustantivos.
Estamos en una década en la que la ciencia básica e investigación clínica y social puede tener un impacto enorme sobre la salud mental (véase Nature 463, 9, 2010). Los que sufren de esquizofrenia, y dependen de sus familias y colegas que también se ven afectados por la enfermedad, en la investigación para proporcionar nuevos diagnósticos y tratamientos. El rápido progreso en la ciencia es de enormes proporciones en las complejidades que se ha revelado. Sin embargo, está dando mucho para los que sufren a la esperanza y nuevos caminos para los investigadores a seguir. Los donantes tenga en cuenta.